Esta fotografía muestra la sonrisa traviesa de alguien que sabe que no cumple su palabra. O al menos, no del todo.
¿Cuándo dije que había llegado el momento de arrancar las primeras frases de esa novela que quiero escribir? ¿En el post publicado el 27 de abril? Ya sé que no será una historia que cambiará el mundo ni a las personas. Ni siquiera a las que tengo alrededor. Es cierto que apenas sé qué pretendo contar en ella. Sin embargo, me cambiará a mí. Porque habré cumplido el trato que me he hecho a mí misma: proporcionarme el placer de la escritura y alimentar mi artista interior como si fuese una caprichosa niña pequeña mientras aprendo.
Vale, pues nada. Tengo las primeras líneas en mi cabeza pero no han pasado a la pantalla del ordenador. De manera, que en cuanto termine este post voy a vomitarlas sin pensármelo.
¿Recordáis que tengo este vinilo en mi pared? Está en mi dormitorio para poder leerlo cada día. Y lo veo bastante teniendo en cuenta las veces que necesito reposo. Pues el miedo está haciendo que me distraiga constantemente y no me centre en el principio. Sin embargo, voy a hacer el esfuerzo de dejar aparcado el nuevo relato hasta que arranque. Y eso que me apetece mucho terminarlo porque ya tengo pensado el final. Pero distracciones tramposas 0, Esther 1.
Desde hace meses me siento como si anduviera temblorosa sobre arenas movedizas ¿podré aprovecharlo para conseguir un valor que parece que no tengo? Lo que de verdad temo no es escribir, sino lo que puede suponer para mí hacerme un regalo cuando he creído, desde que era pequeña, que no lo merecía. No deja de ser una cuestión de trampas mentales y emociones mal gestionadas, ya lo sé.
Pero no hablemos del pasado otra vez. Ya he puesto la lista de Spotify de Metallica con la que trabajo (cuando trabajaba de guionista y no estaba de baja). Así que termino el post y empiezo la novela. O al menos vomito lo que tengo en la cabeza.
Suena Enter Sandman. Vamos allá. Os cuento pronto.
Esther Paredes Hernández
Barcelona, 2 de Mayo de 2017
Ánimo Esther, todo comienzo tiene sus riesgos, pero el error más grande es nunca comenzar, si tu escribes lo que sientes y lo plasmas en unas lineas, por supuesto que cambiara vidas, solo intenta ser tu misma desde un lenguaje sencillo, fácil de entender, recuerda siempre la clave del éxito es mostrarte cual eres. Un beso.
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Un beso grande Elia!
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otro para ti Esther.
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Escuchando esa música, tendrás toda la energía!!! Ánimo y adelante!
Un gran abrazo!!
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Excelente música para trabajar!
Saludos.
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Sí!! Si no tienes energía ellos te la dan!
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Me encanta esa canción, y me encanta verdad que quieres escribir. Impaciente de leerte
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Muchas gracias Nela!
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