Quería decirle a su amigo que se estaba leyendo el primer borrador de su novela. Quería preguntarle a su hermana cómo se encontraba de lo suyo. Ansiaba, suspiraba por acabar de leer las lecciones de escritura que Cortázar impartió en Berkeley. Le estaba conociendo mejor después de enamorarse de él, tres décadas atrás, a través de las frases de sus relatos. Pensaba mandar un mensaje a su compañero y contarle que se marchó de la fiesta quince minutos después que él porque no le gusta bailar. Le pedía al universo aliento para gritar hasta mover la luna de su órbita. Debía decirle que ya no le amaba. Cuanto antes. Presionó delete y la página se quedó en blanco de nuevo. Y quedaba todo por hacer.
Esther Paredes Hernández
Barcelona, 11 de Enero de 2018
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Qué rosa tan preciosa e intensa! Muchas gracias!! 😍😍😍
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Es un relato tan real como la escritura misma, me encantan este tipo de enumeraciones que te van empujando a lugares distintos dentro de un mismo texto. Un abrazo, Esther.
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Muchas gracias Fer!!! Los textos que más me satisface escribir son aquellos en los que dejo de saber cuándo se cruzan la realidad y la ficción. Ese instante en el que te dejas llevar pero no del todo. Te lanzas pero con un pie atado a una larga cuerda. 😘😘😘
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Escritura «puenting», muy buen concepto.
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Jajajaja me encanta 🌷🌷🌷
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eraserhead (y empieza otra vez)
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Sí cuando no solucionamos los conflictos, tenemos hacerlo, imaginamos qué deberíamos hacer y volvemos a empezar evitando el enfrentamiento 😦
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