Imagino que las olas del mar
son caricias de diferentes manos
que pertenecen al mismo azul.
El azul de tus ojos y del deseo
de dejarme arrastrar sin prisas
por la corriente
fría.
Anhelo las caricias del mar
y aquí estoy
de pie
sintiendo el vaivén de las olas
pero tú no llegas con ellas.
Tengo deseo
sin tenerte.