No mires
A Héctor le resultaba cómico lo que estaba viviendo en el túnel del metro. Aunque, en realidad, no tenía ninguna gracia que las personas le mirasen con un desprecio tan descarado. ¿Con cuántas se había cruzado mientras recorría ese agujero subterráneo? ¿Cincuenta? ¿Cien? Todas ellas le observaban serias, con un