El umbral
A veces la desesperanza es inevitable y sientes que solo puedes dejarte llevar por ella.
A veces la desesperanza es inevitable y sientes que solo puedes dejarte llevar por ella.
En la esquina de mi habitación, abajo a la izquierda, puedo verte. Agazapada, envuelta en una neblina que no me permite distinguir con claridad tus ojos. Aunque alcanzo a adivinar tus dedos a través de las sombras. Están encorvados, parecen rotos. ¿Te han hecho daño? No sé por qué insisto
Iba a morir y había decidido no resistirse. Él pensaba acabar con su relación. Parecía haber olvidado la cantidad de obstáculos que habían superado juntos los últimos tres años. Y ese amor iba a morir porque él no pensaba darle una oportunidad. Llevaban tanto tiempo solos que sus sentimientos se