Etiqueta: terror
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Un libro que no es un libro
Recuerdo con claridad que Lucía fue la primera persona que me habló de este libro que no es un libro, sino un exorcismo contra nosotros mismos. Hasta hace tres años, la vida era normal y, aunque no resultaba sencilla, conocíamos las reglas para aprovecharla y poder decidir nuestro futuro. Lucía y yo llevábamos un par…
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Un bebé que llora
El silencio nocturno se rompía a martillazos con el vaivén de la mecedora. De pie junto a la puerta entornada, descalza, Andrea no sentía frío pues estaba arropada por la oscuridad que se había apoderado de su casa. Había decidido descubrir por qué Sergio entraba en el dormitorio del bebé durante la noche. En realidad,…
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Violencia en la madrugada
Pasaban cinco minutos de la medianoche y Elisa observaba aterrada el rellano a través de la mirilla de la puerta. Sólo llevaba puesta la camiseta roja desgastada con la que dormía y todo su cuerpo tenía la piel de gallina. Y no por el frío, que apenas percibía, sino por el espanto que estaba presenciando…
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Fuera de cobertura
Ana observó su reflejo en el escaparate de la tienda de ropa. Sí, había acertado poniéndose ese gorro de lana granate. Su pelo rizado y moreno, que le cubría la mitad de la espalda, sobresalía de él y se movía al son de sus pasos. Recordó cómo le gustaba a Marcos acariciarle los rizos en…
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¿Tienes miedo?
¿Tienes miedo, Sara? Deberías. Buscamos sentirnos seguros en nuestro hogar. Por eso, cuando llega la noche y el silencio espeso se instala como una niebla viva que recorre los pasillos y los dormitorios, queremos creer que las sábanas nos protegen de las garras y de los dientes de aquellos que no han sido invitados. Actuamos…
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El último escalón
La oscuridad tenía manchas borrosas, recuerdos fugaces y fragmentos de sueños ininteligibles. Flotaba en la oscuridad antes de conseguir poder abrir los ojos. Tenía miedo de averiguar dónde estaba, aunque lo suponía. Se sentía confusa pero no había olvidado lo sucedido. Sacó con esfuerzo la mano derecha que había quedado atrapada con su cadera. Una…
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Cuento de Halloween II
Cuando te conocí me pediste que guardara silencio. Que no te hablara de nada ni de nadie porque tenías el objetivo de conseguir que olvidase lo que había sido mi vida hasta ese momento. Y te obedecí. Pero lo hice porque estaba aterrada. Nací muerta. Lo cual puede considerarse una paradoja. Pues nacer implica vida.…
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Árbol seco
Estaba muerta. Lo sabía por todas las señales que estaba recibiendo de la Vida, del Universo, de lo que fuera. Y no sólo porque veía a los demás seguir mirando el cielo cada día, poniéndose las gafas de sol y sonriendo a las nubes vaporosas. Sino porque había signos de continuidad para los demás excepto…

